Entre Veredas y Volcanes: Descubriendo los efectos del Volcán.

Comenzamos nuestro sendero de hoy, por el camino del Sobaco, entre aromas a Guayaba y Mango, por camino asfaltado para seguir por un camino de tierra.

Los árboles frutales de la bodega Bermejo junto con las parras de uva Malvasía y Listan negro marcan el paisaje.

Un inmenso mar de lava se abre a nuestra izquierda, una negra llanura de coladas con tonos verdes de líquenes Veroles y Vinagreras. Al fondo Montaña Tamia y la rofera de Lomo Camacho.

Montaña Tamia y Lomo Camacho al fondo.

Las grandes planchas de lava quebradas, hacen grandes burbujas de aire, que dejan pequeñas cuevas y grandes grietas a lo largo del paisaje.

Higueras rodeadas por altos muros, ponen la nota de color, mientras rodeamos Montaña Cardona hasta llegar a Cueva Ortiz .

Seguramente sea necesario quitarnos las piedras de las botas después de atravesar el desierto de Rofe (lapilli volcánico). Dejamos este paisaje lunar, para adentrarnos con precaución en el Malpaís. Siguiendo las pisadas, sin perder de vista el pequeño sendero atravesamos el Malpaís, hasta llegar a un pequeño caserio cerca de Masdache.

Ya por la ladera de volcán Juan bello, continuamos ahora por el camino que lleva este mismo nombre, entre hoyos de protección de las preciosas cepas verdes de Malvasía.

Resulta llamativo que un volcán tan asociado a la destrucción y el paisaje desolador, pueda dar lugar a tanta riqueza natural.

Aunque la viña predominante es la Malvasía, también encontramos, Listan blanco, Diego, Burra blanca, Breval...

Atravesando la gran extensión de terreno de las viñas de las bodegas Bermejo finalizamos nuestro paseo de hoy.

Un recorrido por los diferentes paisajes que nos deja el volcán y el aprovechamiento de esta tierra abrasada pero fértil, que con trabajo y esmero las gentes de esta isla han cuidado durante años. Un regalo para nuestros sentidos.